Me propuse un desafío. Ofrecer un curso simple sobre escritura online enfocado en la redacción de emails.
No soy experta copywriter, no soy reconocida, ni tengo tanta experiencia aún.
Así que, por supuesto, el “Síndrome del impostor” apareció una vez más y me hizo dudar.
Y por eso, ahora que estoy planeando el curso, la pregunta más importante que salta a mi mente es:
¿Por qué tendrías que creerme? en primer lugar…
La credibilidad es cosa de pruebas
Tú y yo nos movemos en el mundo de las ideas y la mayoría de las veces nos mostramos escépticos.
Sólo compramos cuando CONFIAMOS en que alguien puede ayudarnos de verdad.
Por eso, en redacción publicitaria (copywriting) la regla que encuentro más valiosa es:
Toda afirmación debe ir acompañada de pruebas.
Por lo tanto, si queremos que nuestro contenido sea tomado en serio, la forma como empiezas a ganarte esa confianza es actuando como reportera.
Entonces, ¿cómo conseguimos estas pruebas?
Avanzando en tres niveles
Después de leer a varios expertos en marketing, aprendí que podemos actuar en tres niveles:
- Autoridad por asociación
- Tus propios resultados
- Resultados de tus clientes
Ahora, veamos cada uno de ellos:
1. Autoridad por asociación:
Informas lo que aprendes usando la reputación de otras personas o instituciones para apoyar la tuya.
Lo consigues, por ejemplo:
- Utilizando estudios y estadísticas para respaldar tus argumentos.
- Incluyendo citas de expertos.
- Consiguiendo el respaldo de figuras de autoridad. (Con las que sientas empatía y coincidan con tus valores, creencias o estilo).
2. Tus propios resultados:
Recuerda que TU perspectiva es única y poderosa.
Lo consigues por ejemplo:
- Compartiendo tu historia.
- No diciéndole a otros lo que tienen que hacer, sino mostrando lo que haces.
- Compartiendo tus resultados a medida que van llegando.
3. Resultados de clientes:
Ayudar a otras personas a obtener resultados es más poderoso que tus propios resultados o que mil palabras de contenido.
Por eso, es importante ir:
- Guardando los comentarios que recibes.
- Recopilando testimonios.
- Escribiendo estudios de casos.
Si aún no ofreces productos o servicios, puedes recopilar comentarios o testimonios de lo que vas publicando en tu newsletter, blog o redes sociales.
Un buen comienzo
Entonces, ¿por qué tendrías que creerme?
Un buen comienzo es si te gusta lo que escribo. Si compartimos puntos de vista, si puedes identificarte con alguno de estos temas.
Tengo claro que este es un camino que se construye paso a paso y que los resultados irán llegando a medida que tomo riesgos y me atrevo a hacer cosas nuevas.
Mientras tanto, sigo publicando mi contenido en la newsletter, el blog y en LinkedIn.
Pero en paralelo, avanzo en la construcción del curso que quiero ofrecer pronto.
¿Y tú? ¿Estás lista para dar tu próximo paso?