Muchas veces me cuesta encontrar temas para escribir. Le doy vueltas y vueltas a algunas ideas y nada me convence.
Llega mi fecha límite para publicar en el blog, newsletter o LinkedIN y no tengo nada. Entro en pánico:
- ¡¿Sobre qué escribo?!
- ¡Ya todo se ha escrito millones de veces antes!
- ¿Cómo lo sostengo semana a semana?
En ese instante, la parálisis es total: hoja en blanco. No escribo nada.
Lo peor es esa horrible sensación de derrota y desilusión por no cumplir con la fecha que yo misma me propuse.
Afortunadamente, descubrí un marco de tres pasos para generar infinitas ideas y cómo organizarlas.
Aquí te lo comparto:
Paso 1: Preguntas esenciales
La forma más sencilla que aprendí para generar ideas es responder las dudas de tus lectores o clientes, saber cuáles son sus problemas y proponer una solución. Entonces, me enfoco en estas tres preguntas esenciales:
- ¿Qué problema puedo ayudar a resolver esta vez?
Por lo general, es un problema que yo misma tuve y resolví tiempo atrás. O hace poco.
Para ello investigo, encuentro respuestas, pruebo, descarto lo que NO me sirve y conservo lo que sí.
Entonces, escribo sobre lo que aprendí. Porque esa es la mejor manera que conozco de aprender algo nuevo. Así, refuerzo e interiorizo ese nuevo conocimiento y lo puedo conectar con otras ideas.
Luego, lo comparto porque sé que puede ayudar a alguien más. Por ejemplo: este mismo problema de no saber sobre qué escribir es algo que le pasa a muchas personas, sobre todo a quienes están empezando.
Preguntas claves:
- ¿Qué aprendí?
- ¿Qué probé?
2. ¿Qué cosas sobre lo que ofrezco o hago vale la pena explicar?
Me pongo en el lugar de quienes no saben de qué se trata lo que hago. Por eso es importante:
- Explicar conceptos erróneos.
- Aclarar ideas falsas que puedan existir, mitos vs realidad.
- Aconsejar a quien quiera contratar a alguien o comprar productos de mi rubro, en qué fijarse, con qué se pueden confundir, etc.
- Enseñar algunos trucos, mostrar un antes y un después, etc.
3. ¿Qué le diría a mi yo más joven?
Sin duda, sería una combinación de estrategias e inspiración. Dos tipos de mensajes que me gustan.
Por ejemplo, le contaría sobre:
- Errores pasados, decisiones difíciles.
- Obstáculos superados.
- Creencias antiguas y nuevas.
- Algo de lo que me arrepentí.
- Situaciones molestas, vergonzosas, raras.
- Personas o hechos que me animaron a seguir, etc.
Paso 2: Observando lo que me rodea
1. Recolectar historias.
Quiero contar historias recientes, interesantes y cercanas. Por eso, pongo atención a:
- Lo que hablo con otras personas.
- Las experiencias que tengo.
- Los lugares que visito.
- Lo que pienso y siento al respecto.
Las historias ayudan a crear mayor conexión. Ya sean historias sobre mi propia vida y carrera o historias sobre otras personas.
Por ejemplo, contar cómo alguien, tal vez más experimentado en mi rubro, logró algo admirable e interesante.
2. Información que consumo.
Elijo y anoto ideas que me llaman la atención de:
- Libros, blogs y newsletters que leo.
- Música y podcasts que escucho.
- Películas, series y videos que veo.
Luego, escribo sobre esas ideas desde mi perspectiva y experiencia. A veces, anoto anécdotas, situaciones o frases que después relaciono con otras ideas.
3. Mi contenido anterior
Al escribir online se aprende a escribir sobre los mismos temas desde distintos ángulos.
Por eso, a veces miro mis publicaciones pasadas en busca de inspiración. Encuentro un concepto o idea y le busco un nuevo enfoque.
Por ejemplo:
- mostrando cómo hacer x
- explicando por qué hacer x
- animando a hacer x
- analizando x con números y datos de respaldo.
Paso 3: Mi amigo el calendario
Para organizar las ideas que voy encontrando ha sido de gran ayuda crear un calendario editorial.
Así, tengo una película más clara de lo que podría publicar en una semana, un mes, un trimestre o incluso en un año.
- Sirve como base. Porque no se trata de restringirse a seguir el contenido del calendario de forma estricta, sino que también, de dar espacio a lo que surja de manera espontánea y me entusiasme.
- Sirve como guía para identificar publicaciones que tienen un objetivo específico. Por ejemplo, promover un producto o servicio. O identificar ideas que van más acorde a una época especial del año. Por ejemplo, Navidad, Año Nuevo, vacaciones, etc.
Para empezar,
- Me hice las preguntas esenciales y revisé las notas de mis observaciones. Por ejemplo, pensé en los problemas que he tenido desde que comencé en este camino emprendedor como copywriter y las soluciones que encontré.
- Tomé una hoja de papel y escribí 20 ideas (sin juzgar).
- Luego, escogí 12 ideas. Las que más me resonaron y también las que se alinean con los objetivos de mi negocio.
- Por último, las traspasé al calendario, anotando el tipo de formato (email, blog o post de redes sociales) y la fecha de publicación.
Y listo! Para el blog, por ejemplo, ya tengo ideas de contenido semanal para tres meses o ideas de contenido bimensual para seis meses! Ahora, sólo queda ponerse a trabajar! 😊
¿Y tú? ¿Cómo generas ideas? ¿Cómo las organizas?
¡Gracias por leer!